sábado, 28 de diciembre de 2013

“La Lógica Te Llevará De A a B. La Imaginación Te Llevará A Todas Partes”. -Albert Einstein

Pues ahí tenemos la procedencia de esta cita universalmente popular: “La imaginación es mas importante que el conocimiento”. Y resulta algo extraño detectar una indudable autoría, porque es bien cierto que hallar el origen de ciertas frases se torna, la mayor parte de las veces, tarea imposible, y así vemos citas maravillosas puestas en boca de distintos personajes y en épocas variadas. Aquí también funciona la imaginación y cuando alguien no sabe a quién corresponde determinado pensamiento, suele achacárselo al más conocido del campo del que trata la cuestión, sin que nadie lo ponga en tela de juicio.

El aforismo de Einstein (“La imaginación es mas importante que el conocimiento”) refleja un tema recurrente en el pensamiento humano. La antigua dicotomía entre lo que sabemos y lo que soñamos que, de alguna forma, se encuentra presente en todos los campos de la actividad intelectual humana. 

Más que términos antagónicos, imaginación y conocimiento son conceptos complementarios. El conocimiento facilita la continuidad, mientras que la imaginación facilita el cambio. El conocimiento nos une a una existencia a veces opresiva, estricta y ordenada, la imaginación nos ayuda a escapar de ella. Pero la imaginación no solo es una forma de evasión, también es algo mucho más serio: una herramienta para facilitar la supervivencia. Imaginando, damos un paso más allá de lo que conocemos en el futuro o en otros mundos. Vemos alternativas y posibilidades que nos permiten trabajar para alcanzar nuestras metas.

En el plano afectivo y sentimental de la persona, la imaginación ejerce una función importante. Primero como causante de variaciones en el estado de ánimo: mediante la imaginación podemos provocarnos sentimientos de tristeza o de alegría a través de la creación de situaciones o imágenes conflictivas o placenteras. Y en segundo lugar podemos utilizarla en sentido inverso: para atenuar o reforzar una sensación. Cuando nos sentimos deprimidos o «bajos» de ánimo, podemos compensar nuestro estado con la fantasía y la ilusión del ensueño («soñar despierto»).

Un grupo de científicos ha tratado de descubrir dónde se localiza en nuestra mente la imaginación. ¿Es fruto de una compleja red neuronal o por contra existe una situación específica en el cerebro? Esta cuestión fue la que se plantearon investigadores del Dartmouth College de Hanover. Su hipótesis central se basaba en plantear si la imaginación era el producto de varias redes neuronales distribuidas en zonas como el córtex frontal, parietal y occipital. Y como previeron en un principio, la conclusión es que la creatividad es consecuencia de una compleja actividad de nuestras redes neuronales, de forma que más que uno, existen distintos espacios mentales dónde se crea y trabaja la imaginación.

Tal y como decía James Watson, “el cerebro es lo más complejo que se ha descubierto hasta la fecha en el universo”.
Explorar cómo se forja nuestra imaginación y creatividad, nos hace ser capaces de indagar un poco más en lo que nos hace únicos como especie.


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