martes, 9 de septiembre de 2014

El Traje Nuevo Del Emperador

Probablemente has escuchado el cuento “El traje nuevo del emperador” de Hans Christian Andersen. En este cuento, un emperador vano e incompetente, quien no se preocupa por nada más que por su ropero elegante, es engañado por dos visitantes muy astutos que visitan la ciudad. Proclamando ser los sastres maestros, los estafadores dicen que tienen un material fino con propiedades mágicas: Es invisible para alguien que es tonto.

El poder de conformidad encima de la honestidad es demostrado como persona tras persona no pueden ver la ropa invisible, pero reclaman que sí la pueden ver. Cada ministro en el gabinete imperial miente sobre cuán linda ropa le queda para que nadie piense que es tonto. Cuando el emperador mismo se pone el traje que los sastres han hecho para él, la ropa “hermosa”, él también no puede verlo, pero no se atreve a revelarlo. Él aun desfila desnudo por la ciudad, pensando que tal vez es él único que no puede ver la ropa fina y mágica –él único que es estúpido.

Finalmente, un niño pequeño en la multitud, inocentemente, indica la verdad, “¡El emperador no lleva ropa!”, y los adultos mentirosos son forzados a admitir la verdad.

Siempre que la gente participa en una mentira extendida para “llevarse bien con la multitud” y no ser considerados estúpidos, es bueno recordar este cuento de estupidez y deshonestidad. Eventualmente, casi todas las mentiras salen a la luz y son “descubiertas”, así como el emperador miserable.

Imagen: The Emperor's New Clothes by Nelleke Verhoeff


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