viernes, 31 de octubre de 2014

¿Quieres Aprender A Desarrollar Tu Imaginación?

Alejandro Jodorowsky describe en su obra “La danza de la realidad” modos en los que se desarrolla la imaginación:

Con la suma: equivalente a agrandar, revisé mis recuerdos: la literatura y el cine habían usado hasta el cansancio esa técnica.

A un santo, el corazón se le hincha tanto que hace estallar su pecho y sigue aumentando de volumen hasta ser gran­de como un rascacielos. Los pobres vienen por millones a vivir alrededor de él. Se nutren cortando pedazos de la víscera que, cuando la mutilan, gime con placer.

Con la resta: disminuir, podía encontrarla en los cuentos de hadas. Allí abundaban enanos, gnomos, hombrecillos. Alicia come el pastel que la empequeñece. Jonathan Swift envía a su héroe al país de Liliput.

Aplicando esta técnica, imaginé que el anillo de bodas de un casado insatisfecho se achicaba hasta cortarle el dedo.

Con la multiplicación: una pintura de Breughel representa la invasión de millares de esqueletos; una de las siete plagas es la invasión de langostas; para probar que Rahula es su hijo, Buda le da su anillo. Le dice «Tráemelo» y se multiplica en miles de seres idénticos a él. El hijo, sin parar mientes en los falsos Budas va directamente hacia su padre y le entrega el anillo.

Imaginé un desfile por las calles de Roma formado por cien mil Cristos cargando cada uno una cruz.

Con el injerto: Se une una parte de ru­miante, más otra de león, más otra de águila más un rostro hu­mano y se obtiene una esfinge; se pega un torso de mujer a la mitad inferior de un pez y se obtiene una sirena; se le agregan alas de pájaro a un andrógino y aparece un ángel. ¿Y por qué un ángel, en lugar de largos cabellos, no podría tener finísi­mos arco iris?

Con la transformación: un gusano se convierte en mariposa, un hombre en lobo, otro en vampiro, un robot en navío interplanetario, un hada buena en bruja, un dios en demonio, una rana en princesa, una puta en santa. En el Quijote los molinos se hacen agresivos gigantes, la posada se transforma en palacio, los odres de vino en enemigos, Dulcinea en noble dama, etc.

Con la petrificación: las hijas de Lot se convirtieron en estatuas de sal, la hija del rey Midas en estatua de oro, los aventureros que miraron a la Medusa en estatuas de piedra. El tiempo cesa de transcurrir, planetas, ríos, gente, to­do se paraliza para siempre. El universo es un museo que na­die visita; las golondrinas, transformadas en granito, caen co­mo lluvia mortal del cielo.

Texto tomado de Plano Sin Fin
Imagen: Dibujo a lápiz y coloreado digital, con algunos textos añadidos. Publicado por Alicia Borges


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